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Analizan sacerdotes desafíos de abandono y reincorporación a la fe católica de los Tuxtlecos

Ante el crecimiento urbano de la capital chiapaneca

Ante los desafíos del crecimiento de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, el abandono de la fe de muchos hermanos y el deseo de otros de querer  volver a la Iglesia católica, más de 35 sacerdotes de la  Vicaría episcopal san Marcos, que preside el padre Oscar Juárez, realizaron su segunda reunión para tratar el asunto desde  la Pastoral orgánica y de conjunto.

El  padre Oscar Juárez explicó que “en esta reunión estamos buscando los fundamentos y los caminos para hacer una pastoral mas abierta. Teniendo los límites y la parte canónica que no podemos dejarla por un lado, que sea una acción pastoral abierta, en escucha, y sobre todo para hacer que Tuxtla Gutiérrez no pierda su identidad como ciudad”.

A pregunta expresa -Qué es Pastoral orgánica- detalló el Vicario Episcopal que “es una pastoral que busca la vivencia de la Comunión, así están trabados los órganos del cuerpo humano, se habla de que  así tiene que ser  la pastoral, que cada tarea, cada función, cada institución, cada movimiento pueda realiza lo suyo, pero en comunión, que  repercuta en todo el cuerpo”.

También detalló que con la pastoral de conjunto,  buscan  acciones comunes que ayudan a realizar con más eficacia la evangelización.

Ante el llamado de la Iglesia, de llevar el Evangelio a toda la humanidad, y como estrategia de trabajo, en esta segunda reunión también trataron el tema de la Pastoral Urbana.

Al respecto, señaló el Vicario Episcopal: “Cuando hablamos de una Pastoral urbana, hablamos del centro de una urbe que tiene sus retos muy concretos, y cuando  hablamos de una pastoral semiurbana hablamos de la faja que esta alrededor de la ciudad, los asentamientos nuevos que están llegando con una cultura distinta, con un modo distinto porque viene de las zonas rurales, porque viene de otro lugar que tiene unas características que no son las mismas que las del centro de la ciudad”,  que tenemos que buscar la manera de atenderlos, agregó el padre Oscar.

Con esta reunión se está tratando de buscar los caminos para tomar conciencia del problema, “creo yo que ahora tomamos conciencia de qué es tener tareas comunes, de favorecer la Pastoral orgánica, la de conjunto, de poner en marcha la misión permanente, de impulsar el proceso Diocesano de pastoral y el proceso Evangelizador y de allí seguir caminando para  que podamos tener en una próxima reunión, y ver la realidad sociológica de la ciudad a través de peritos que  nos  ayuden a entender los focos que debemos nosotros tener alrededor de la pastoral”. 

Entre  otros puntos, informaron que los próximos 25 y 26 de abril, se contará con la visita del Nuncio Apostólico en México, monseñor Crhistophe Pierre, quien bendecirá el Cristo de Glorioso de Chiapas, y se festejará el día de la Iglesia donde se  contempla haya  conciertos musicales, oración comunitaria con el Santísimo Sacramento, prédica sobre el año de la Fe y la celebración Eucarística.  

Papa mexicano

''Ahora puedo entender por qué el Papa Juan Pablo II decía 'ahora me siento un Papa mexicano'', expresó el Papa Benedicto XVI  durante su despedida, después de haber estado en México,  con sede en León Guanajuato, del 23 al 26 de Marzo.

Desde el primer minuto en que arribó SS. Benedicto a México,  cientos de miles de fieles se desbordaron de alegría y afecto al ver pasar al Vicario de Cristo.

-Benedicto amigo, los jóvenes contigo;  viva el Papa, viva Cristo rey-, eran algunas de las  porras que se mezclaban con el canto del cielito lindo y el canto a la Virgen de Guadalupe, en las interminables vallas humanas del pueblo que recibía al Papa.

A su llegada al aeropuerto el Papa expresó felicidad y agradecimiento al pueblo mexicano, a sus autoridades civiles y eclesiásticas por la invitación, y en seguida, sus primeras palabras detallaron que el objetivo de su visita era Evangelizar.

“Me siento muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por haberme permitido realizar el deseo, guardado en mi corazón desde hace mucho tiempo, de poder confirmar en la fe al Pueblo de Dios de esta gran nación en su propia tierra”.

Expresó su Santidad: “Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida. Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad”.

Seguidores del Papa, provenientes del todo el mundo se mantuvieron pendientes en distintos puntos de la ciudad de León y Guanajuato; algunos esperaron más de 10 horas para verlo al menos 10 segundos.

El Papa en Guanajuato

“Valió la pena verlo como de un cerrón de ojos”, dijo emocionado una señora de la valla, mientras pausó sus porras cuan el Papa recorría la Calle de Guanajuato, previo a su encuentro con el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.

En su encuentro con los niños  en la Plaza de la Paz en Guanajuato, el Papa les dijo “estoy contento de poderlos encontrar y ver sus rostros alegres llenando esta bella plaza. Ustedes ocupan un lugar muy importante en el corazón del Papa. Y en estos momentos quisiera que esto lo supieran todos los niños  de México, particularmente los que soportan el peso del sufrimiento, el abandono, la violencia o el hambre”.

Les dijo el santo Padre al pueblo infantil, “He venido para que sientan mi afecto. Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia, la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones.

Desde el balcón del Conde Rul, el Papa Benedicto hizo un llamado  a proteger y cuidar a los niños, para que nunca se apague su sonrisa, puedan vivir en paz y mirar al futuro con confianza.

“Ustedes, mis pequeños amigos, no están solos. Cuentan con la ayuda de Cristo y de su Iglesia para llevar un estilo de vida cristiano. Participen en la Misa del domingo, en la catequesis, en algún grupo de apostolado, buscando lugares de oración, fraternidad y caridad”, dijo Papa.

Santa Misa

En presencia de más de 600  mil personas, de la cuales habían más de 200 chiapanecos, presidió el Papa Benedicto XVI la Santa misa en la Plaza Bicentenario, en Silao. En su homilía remarcó su misión evangelizadora al  recordar que este tiempo cuaresmal  “nos ayuda a mirar muy dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano y también otros de Latinoamérica”.

Enfático recordó su Santidad que el Señor ‘no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva’  (cf. Ez 33,11). Un corazón puro, un corazón nuevo, es el que se reconoce impotente por sí mismo, y se pone en manos de Dios para seguir esperando en sus promesas”.

Al exhortar a no perder la Fe ni la esperanza en Dios, dijo “Se ha de recurrir al único que puede dar vida en plenitud, porque él mismo es la esencia de la vida y su autor, y nos ha hecho partícipes de ella por su Hijo Jesucristo”.

No podía faltar dentro de su discurso la presencia de la Virgen de Guadalupe, al recordar la bodas de Cana, al llamado que Ella hace a todos: «Hagan lo que él les diga» (Jn 2,5).

Cabe señalar que  previo a la Santa Misa, artistas como Pedro Fernández, Alexander Hacha entre otros, le cantaron al Santo Padre himno oficial de la visita, “Mensajero de la Paz, así como el popular canto de “Amigo” y “Cielito Lindo”, los cuales corearon ciento de miles  de feligreses.

Encuentro con los Obispos

El santo padre  habló a los obispos de México y América Latina desde la catedral  de Nuestra Señora de la Luz, en León. Previo a las vísperas, su santidad dijo a los obispos.

“Esperaba con gran ilusión este encuentro con ustedes, Pastores de la Iglesia de Cristo que peregrina en México y en los diversos países de este gran Continente, como una ocasión para mirar juntos a Cristo que les ha encomendado la hermosa tarea de anunciar el evangelio en estos pueblos de recia raigambre católica. La situación actual de sus diócesis plantea ciertamente retos y dificultades de muy diversa índole. Pero, sabiendo que el Señor ha resucitado, podemos proseguir confiados, con la convicción de que el mal no tiene la última palabra de la historia, y que Dios es capaz de abrir nuevos espacios a una esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5)”.

Llamó su santidad a que en todo esto, es particularmente importante para los Pastores que reine un espíritu de comunión entre sacerdotes, religiosos y laicos, evitando divisiones estériles, críticas y recelos nocivos.

En este camino, junto a toda la humanidad, la Iglesia tiene que revivir y actualizar  lo que fue Jesús: el Buen Samaritano, que viniendo de lejos se insertó en la historia de los hombres, nos levantó y se ocupó de nuestra curación.

Al final de rezo, el sucesor de Papa Juan Pablo II,  vía control remoto activó la nueva iluminación del Cristo Rey, ubicado en el centro del Cubilete en León.

Despedida del Papa

Como  buenos mexicanos, no podía faltar  el mariachi, del cual orgulloso porto el sombre Charro su santidad y expreso de nuevo su agradecimiento a todos el pueblo de México por su hospitalidad.

“Mi breve pero intensa visita a México llega ahora a su fin. Pero no es el fin de mi afecto y cercanía a un país que llevo muy dentro de mí. Me voy colmado de experiencias inolvidables, como inolvidables son tantas atenciones y muestras de afecto recibidas”.

Por último dio su santidad “Queridos amigos mexicanos, les digo ¡adiós!, en el sentido de la bella expresión tradicional hispánica: ¡Queden con Dios! Sí, adiós; hasta siempre en el amor de Cristo, en el que todos nos encontramos y nos encontraremos. Que el Señor les bendiga y María Santísima les proteja”.

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Previo la llegada del Papa a México

Se siente la fiesta espiritual en León

A escasas horas de que el Papa  Benedicto XVI pise tierras mexicanas, por las arterias de la ciudad de León Guanajuato se aprecia los últimos retoques, acomodos, despliegue de  seguridad y afluencia de cientos de mexicanos y del resto de mundo.

Como una verdadera fiesta de Fe, miles de colaboradores de las más de 90  diócesis de México, entre ellos de la diócesis de Tuxtla,  forman parte de la lista de apoyo para recibir al Santo Padre, en particular el equipo de comunicación, que estará  a cargo de la información en torno a ésta histórica visita para México y toda Latinoamérica.

“Venimos de Monterrey, de Veracruz, de Zacatecas, de Puebla, del DF, de Guadalajara, de Campeche, de Chihuahua, de San Luis, de Chiapas”….  fueron la voces que se hacía escuchar durante los saludos fraternos de encuentros y reencuentros de laicos, sacerdotes y religiosas.

Balcones con los colores papales, blanco y amarillo, decoran la ciudad. “Comenzamos a sentir la presencia de esta fiesta espiritual”, asaltó un  feligrés.

De la congregación Discípulas de Jesús Buen Pastor

Tuxtla Gtz.,Chiapas 18MAR12_En vísperas de la fiesta en honor a San José, patrono de la congregación Discípulas de Jesús Buen Pastor, 19 hermanas religiosas renovaron sus votos temporales de castidad, pobreza y obediencia en la casa madre de esta congregación, en Tuxtla Gutiérrez.

En presencia de los fundadores, Monseñor Felipe Aguirre Franco y la madre superiora general, Silvia López Pérez, las hermanas dieron un nuevo Sí al Señor, para seguir sirviendo creyendo y haciendo patente su llamado en el servicio pastoral, sobre todo para con los más pobres.

En su homilía, monseñor Felipe Aguirre, también obispo Emérito de Acapulco,  exhortó a hacer vivo la fe en Dios, “porque no basta creer en Dios, sino también creerle a Dios, -y detalló que- una fe viva es conocer a profundidad la profesión de nuestra fe, vivirla y dar testimonio ella”.

Recordó el Obispo a las hermanas religiosas que un voto público es una promesa ante Dios.  

“Lo que vives y no lo renuevas se muere, se acaba; por eso renovar es avanzar, es dar de nuevo el sí al Señor. Que esta renovación sea una generosa entrega al servicio de Dios en las parroquias, curias diocesanas, y sobre todo a los más pobres”, enfatizó  el Obispo.

“Que sus votos sea libre, viva, consciente y eficaz”, puntualizó monseñor Felipe Aguirre.

Cabe señalar que la congregación  fue fundada el 10 de mayo 1992, por eso  este 2012  es un año jubilar, ya que cumplirán 20 años. Actualmente hay hermanas Discípulas en varias diócesis del país, además de la República de Cuba.

Entre las hermanas que renovaron votos por tres años, preparándose así para los votos perpetuos, fueron: Lupita, Estelita, Shanik, Alejandra, Clara Luz y Bety.

Las que renovaron por un años son: Aury, Anabel, Angélica, Gaby y Mirna todas ellas de la generación de María, y las que renovaron por vez primera fueron las hermana de la generación de San José integrado por Talía, Albina, Anita, Sayda, Beny, Yolanda,  Lety y Remedios.  

En este día de fiesta, dijo la hermana Beny Santiago, “todo ha sido una bendición para nosotras, desde la Eucaristía que fue presidida por nuestro Padre y Fundador Mons. Felipe Aguirre Franco y a demás por el año jubilar, por los veinte años de fundación,  por lo cual agradecemos a Dios Padre”.

Por su  parte la hermana Alejandra Hernández dijo “agradecemos también a todos nuestros familiares y amigos que estuvieron presentes y acompañándonos en esta que es una fiesta para nosotras. Dios les bendiga a todos e imploramos a san José les conceda abundancia de bienes espirituales y materiales”.

Benedicto XVI y los jóvenes

Hechos

En un encuentro diocesano de diáconos permanentes, abordamos el tema de los jóvenes. En el análisis de la realidad, se dijo:

"Los jóvenes viven de una forma diferente, tienen otra forma de hablar, de vestir; a ratos ya no quieren hablar nuestra lengua, tienen tatuajes, usan aretes, peinados modernos, sólo les gusta música de teclado, se ponen pantalones de cholo y se dejan alargar el cabello. Ya no quieren utilizar la ropa nativa, ni comer nuestra comida tradicional. Van de migrantes y regresan con otra costumbre. Las mujeres solteras salen a la ciudad y entran a trabajar en cantinas. Muchas son madres solteras y hay menores de edad que se prostituyen.

Ya no hay tierra para sembrar. Muchos no tienen la posibilidad de estudiar y de trabajar. Viven mucha inseguridad, acosados por la delincuencia y las drogas. La mayoría ya no tienen respeto por los mayores, no obedecen a sus papás y no aceptan cargos en la comunidad. Hay quienes no quieren salir a otros lugares con sus papás porque no tienen buena ropa, buenos zapatos; les da vergüenza mostrar a sus papás. Ya no participan en la Iglesia, se olvidaron de la Palabra de Dios y el saludo.

Olvidan su cultura y su identidad. Son formados por los medios masivos. Pasan mucho tiempo en las maquinitas y en internet; ya no están con su familia. Los papás son muy alejados de los hijos; falta mucha comunicación y diálogo. El problema no sólo está en los jóvenes, sino en toda la familia. Hace falta mucho amor y confianza. Los padres no les inculcan escuchar la Palabra de Dios. No están siendo bien atendidos; faltan catequistas que los acompañen. Hay jóvenes que están en grupos para aprender la Palabra de Dios, participan en los días de celebraciones y en los cursos; algunos son salmistas. Unos obedecen el consejo de sus padres".

Dijeron algunos jóvenes que participaron en el encuentro: "Nuestras familias se desintegran; muchas veces, papá se va a trabajar al Norte o a otros lugares y no lo vemos por un tiempo prolongado; cuando regresa, surgen muchos cambios. El ambiente familiar es muy pesado; muchas veces nuestros padres toman y golpean a mamá. No nos dan nuestro lugar, no nos respetan, sufrimos cuando falta el papá o la mamá. No nos ayudan a resolver nuestros problemas y encontramos soluciones equivocadas; buscamos refugio en el alcohol; no lo encontramos en nuestro hogar. Procuramos hacer cosas buenas a nuestra manera, pero ellos nos malentienden, nos critican mucho y nos ayudan poco".

Criterios

El Papa Benedicto XVI nos dijo a los obispos mexicanos, durante nuestra Visita Ad Limina en septiembre de 2005: "Se requiere una formación integral, que ayude a cada fiel a vivir el Evangelio en las diversas dimensiones de la vida. Esta formación es particularmente necesaria para los jóvenes que, al dejar de frecuentar la comunidad eclesial tras los sacramentos de iniciación, se encuentran ante una sociedad marcada por un creciente pluralismo cultural y religioso. Además, se enfrentan, a veces muy solos y como desorientados, a corrientes de pensamiento según las cuales, sin necesidad de Dios e incluso contra Dios, el hombre alcanza su plenitud a través del poder tecnológico, político y económico. Por eso se ve la necesidad de acompañar a los jóvenes y convocarlos con entusiasmo para que, integrados de nuevo en la comunidad eclesial, asuman el compromiso de transformar la sociedad como exigencia fundamental del seguimiento de Cristo".

Propuestas

En nuestro encuentro diocesano, esto pidieron los jóvenes:

"Queremos el consejo de nuestros padres; que nos pongan atención; queremos ser escuchados. Necesitamos más apoyo. Hacen falta animadores de grupos que nos guíen en un buen camino para acompañarnos en encontrar la verdad, es decir las huellas de Jesucristo. Que siga habiendo cursos y encuentros con más juegos y dinámicas. Necesitamos más temas sobre la Biblia; que nos enseñen con cariño y respeto; que los catequistas nos respeten; que nos den buen testimonio; que se valore nuestra palabra; que no nos abandonen cuando decaemos en los vicios. Queremos ser tomados en cuenta". Atendámoslos.

Fuente: Esta publicación me pareció interesante por eso se los comparto... es del rotativo Cuarto Poder del estado de Chiapas. http://www.cuartopoder.mx/PagPrincipal_Noticia.aspx?idNoticia=275509&idNoticiaSeccion=8&idNoticiaSubseccion=28

Realiza Pastoral Familiar de Tuxtla primer Encuentro Provincial de las Familias

Previo al encuentro mundial en Milán, Italia

Con la participación de cientos de familias de la diócesis de Tuxtla, SCLC y Tapachula, junto con sus obispos reflexionan sobre los temas: Familia, trabajo y fiesta

Con una verdadera fiesta familiar, en torno  a la Sagrada Familia de Jesús, María y José, y la participación de más de dos mil personas,  el pasado 10 de marzo se realizó en el centro de Convenciones de Tuxtla  el  primer Encuentro Provincial de las Familias  para estar en sintonía con el próximo encuentro Mundial  a realizarse en Milán, Italia.

Durante  este primer encuentro, en el que participaron familias de la  diócesis de San Cristóbal de las Casas, Tapachula y Tuxtla, con presencia y participación de los señores obispos Rogelio Cabrera, Felipe Arismendi, Leopoldo González, Enrique Días y José Luis Mendoza, reflexionaron sobre los temas: Familia, trabajo y fiesta, mismos para el encuentro mundial en el próximo mes de junio.

El Obispo de San Cristóbal, Felipe Arismendi, dijo en su ponencia  sobre el trabajo que “Dios  no quiere trabajar sin nosotros, sino  con nosotros y nosotros con Dios; por eso  trabajar es encontrar el sentido de colaborar con Dios para que este mundo se mejore. Por eso cualquier trabajo sin Dios es esclavizante”.

En un momento de oración invitó a saber agradecer a Dios por el trabajo,  “ya que de ese modo  se tiene el pan de cada día, se colabora  con Dios para procurar un cielo y tierra nueva”, y al mismo tiempo pido reconocer el trabajo de las mujeres, de manera especial a las amas de casa, que muchas lo hacen sin  descanso.

Sobre el tema de la familia y la fiesta, el obispo auxiliar de Tuxtla, José Luis Mendoza Corzo invitó a las familias a vivir alegres en el Señor en torno a la Santa Eucaristía, “escuchar la palabra de Dios en el momento de la fiestas Eucarística es muy importante. Por lo tanto la fiesta cristiana de los católicos es la Santa Misa que debe estar acompañada de la santa comunión”.

Llamó monseñor José Luis a las familias a santificar la vida de esposos,  “a complementar su unión con el Sacramento del Matrimonio  para coronar  su relación con la comunión eucarística”.

En su homilía monseñor Enrique  Díaz, obispo de Tapachula, resaltó  la palabra del Evangelio  según san Lucas, al referir sobre el tema del “hijo prodigo”, que como familia, como padres de familia “velemos por el regalo de los hijos que Dios nos ha dado, ha valorarlos”, también llamó  no vivir en resentimientos, sino liberados de ello.

Con la participación del ministerio de música “Fuego Nuevo” y del cantautor católico Marco López  y Sandra Salas, los cientos de participantes disfrutaron de este primer  Encuentro de la Familia  chiapaneca, así como  radios escuchas a través de Radio Effeta.

Por su parte el padre  Daniel Orantes, asesor de la Pastoral Familias arquidiocesana agradeció la participación de las familias, al mismo tiempo que agradeció a cada colaborador de este evento, el cual dijo, espera sea el primero de muchos encuentros familiares.

Ordenación sacerdotal de Nicolas Ruiz Hernández

Palabra, sacramento y caridad, modos de anunciar a Cristo: Mons. Rogelio Cabrera

"Lo que tiene que hacer un sacerdote es evangelizar por todos los medios, celebrar dignamente los sacramentos y  practicar de la caridad": Arzobispo

En   medio de una gran fiesta, y de una solemne Misa, el señor Arzobispo de Tuxtla, Rogelio Cabrera López, ordenó  sacerdote  a Nicolás Ruiz Hernández, el pasado 9 de marzo en el domo el parque Santo Domingo del municipio de Cintalapa.

En presencia de sacerdotes, diáconos, comunidades religiosas, feligreses  y familiares de Nicolás,  el señor arzobispo manifestó  su alegría por la ordenación de un nuevo sacerdote para  la diócesis de Tuxtla, pero sobre todo para el pueblo.

En su homilía, resaltó tres aspectos que señaló como  datos importantes, el primero dijo es el ministerio sacerdotal, y que señaló “nadie por sí mismo llega a recibir este don, sino sólo aquel que es llamada por Dios”.

Al respecto  aclaró que no hay que temer al llamado que Dios hace, “porque el que llama, es el mismo que acompaña y protege. Porque en la vida nadie camina sólo, Dios le tiende su mano; lo único que uno debe temer son sus  propias debilidades”.

Otro aspecto dijo mons. Rogelio Cabrera que a demás de ser el ministerio sacerdotal una vocación, es también una mediación “entre Dios y la  humanidad,  aspecto que significa comprender el dolor humano, y sólo comprendiéndolo se  puede ser un buen mediador, como Cristo que aprendió a obedecer sufriendo”.

El  tercer aspecto  explicó nuestro Pastor es el la misión, “lo que tiene que hacer un sacerdote es evangelizar por todos los medios, de celebrar dignamente los sacramentos y  practicar de la caridad”.

Enfatizó por último  que  la “Palabra, el Sacramento y la Caridad, son  modo se anunciar a Cristo, por eso,  exhortó a todos a respetar los sacramentos, en especial el modo de celebrar la eucaristía.

Después de la letanía, de ser ungido como sacerdote y de ser revestido con el ornamento, monseñor Rogelio le entregó el cáliz como signo de su principal tarea de presbítero; de oficiar la Santa Misa.

Cabe señalar que el padre Nicolás Ruiz es originario de la comunidad de San José Mujular, del municipio de Rayón, Chiapas,  nació el 30 de diciembre de 1981, hijo de los señores Rosa Hernández Díaz y Antonio Ruiz López, ocupa el cuarto lugar de ocho hermanos.

Con  el padre Nicolás suman más de 140 sacerdotes en la Arquidiócesis de Tuxtla. En su intervención, expresó su agradecimiento a Dios y a toda la comunidad católica, de manera especial con sus  formadores, obispos y familiares.

Arquidiócesis de Tuxtla celebra con gran éxito día del Seminario

Como fruto de tu oración y ayuda se ordena 5 nuevos diáconos del Seminario Sta. María de Guadalupe

La tradicional fiesta del Día del Seminario “Nuestra Señora de Guadalupe” de la Arquidiócesis de Tuxtla, fue coronada con la ordenación de cinco nuevos diáconos ordenados por el señor arzobispo, Rogelio Cabrera López en presencia de miles de fieles provenientes de todo el estado, así como de otras entidades del país.

Desde las 8 de la mañana del pasado 12 de febrero, la casa que alberga a más de 240 seminaristas, fue un lugar de reencuentro entre el pueblo y los futuros sacerdotes, así como con los ya consagrados y con las comunidades religiosas, familias, bienhechores y comunidades parroquiales.

Con el sabor de la variedad de platillos chiapanecos, la tradicional música de la internacional marimba Peña Ríos, los payasos y juegos mecánicos, la presentación de conciertos, concursos, exposiciones y cine fueron espacios de diversión y entretenimiento para todas las edades.

Por la gran respuesta de la gente, de los grupos apostólicos y de la comunidad religiosa el padre rector del Seminario, Albeo González dijo estar muy agradecido, al mismo tiempo que invitó a seguir formando a buenos y santos sacerdotes.

La ordenación

El momento más emotivo del día del Seminario fue la celebración eucarísticas, en la que se ordenaron cinco nuevo diáconos presidida por nuestro arzobispo, monseñor Rogelio Cabrera López y concelebrada por su auxiliar, mons. José Luis Mendoza Corzo y el rector del seminario José Alberto Gómez Juárez.

Los recién consagrados fueron Juan Carlos Cruz Aguilar, Sergio Gutiérrez Avendaño, José Eric Moguel Farrera, Mateo Hernández Morillón y Tobias Martínez Pérez, con ellos suman hasta el momento 12 diáconos en la Arquidiócesis.

Después de que el rector del Seminario Santa María de Guadalupe, pbro. Alberto González presentó a las candidatos al diaconado al señor Arzobispo para darle la ornes sagradas, monseñor Rogelio les llamó hacer verdaderos servidores en Cristo al mismo tiempo que expresó su agradecimiento a todos los fieles.

“Quiero agradecer sus oraciones, su cariño y generosidad para nuestro seminario, Dios nos bendice con abundantes de vocaciones y lo único que podemos decirle al Señor en esta Eucaristía es muchas gracias Señor”, manifestó el arzobispo.

Detalló en su homilía que gracias a Dios la arquidiócesis tiene seis casas de formación y un grupo de aspirantes al seminario como seminaristas en familia, conformando así cerca de 300 alumnos la institución religiosa.

Al respecto aclaró monseñor Cabrera López: “Como siempre son pocos son pocos lo obrero de la viña del Señor y grande es la mies, volvemos a pedirle al Señor que nos bendiga con abundantes vocaciones, no solo para el presbiterado, sino para la vida consagrada”.

En su catequesis dijo que la Iglesia como estructura tiene tres órdenes: los diácono, los presbíteros y los obispos. “Los diáconos está referido al servicio o ministerio y el presbiterado y los Obispos esta en referencia al sacerdocio de Cristo”.

A los diáconos les dijo que con el Sacramento, a través del servicio “hacen visible ante el pueblo de Dios y ante el mundo que Dios ama a su pueblo, que Dios protege a los más necesitados, ama los enfermos, a los que están solos a los pobres”.

“Cristo puede ser visto, oído y tocado a través de los ministros de la Iglesia, en este caso a través los diáconos, el mismo nombre que en griego significa servidor”, agregó.

Después del rito de consagración como la imposición de manos y de las letanías, los diáconos fueron revestidos con la dalmática y estola diagonal, ornamento que los identificará antes de recibir el orden de presbíteros.

Con la participación de más de 10 mil personas, resonaron los cantos de la Santa Misa, orquestado por los propios seminaristas apoyas dos por la tradicional marimba.

En nombre de los nuevos diáconos, Eric Moguel dio las palabras de acrecimiento por el regalo maravilloso de Dios por el sacramento recibido y por las muestras de cariños de su gente.

“Gracias primero a Dios por el don recibido, a los señores obispos, monseñor Rogelio Cabrera López y José Luis Mendoza Corzo por su confianza. Gracias a los hermanos sacerdotes, a los formadores y los seminaristas, los que en el silencio y serbio contribuyen en nuestra formación como las hermas religiosas, a los laicos, a los bienhechores, amigos y familiares”.

Al finalizar la celebración Eucarística los diáconos recibieron por parte de sus comunidad es parroquiales, amigos y familiares porras, cantos, saludos, abrazos de felicitación y en particular el saludos de sus hermano seminaristas y sacerdotes.

Como cada año, agradeciendo la caridad del pueblo de Dios, el ecónomo de la arquidiócesis, padre Luis Fernando rindió el informe de la colecta diocesana que contribuye a cubrir algunos gastos en la formación de los seminaristas, informó que este año se recolectó la cantidad de 2 millones 330 mil 56.3 pesos, por esta aportación el señor Arzobispo agradeció infinitamente a los más pobres, que es de quienes se recibe la mayor aportación.

Las religiosas son la maternidad de Dios y de María: Monseñor Rogelio Cabrera

Festejan religiosas día de la Vida Consagrada

-Las hermanas dedican su tiempo a la educación, a cuidados de niñas y niños huérfano, a la pastoral parroquial, al cuidado de los enfermos y ancianos, entre otros servicios

En el marco de la decimo sexta Jornada Mundial de la Vida Consagrada, día que la Iglesia agradece a Dios por las vocaciones de mujeres que a ejemplo de Cristo y modelo de la Virgen María dedican su vida a al servicio de la humanidad, el pasado cinco de febrero más de 80 religiosas de distintas congregaciones de la arquidiócesis de Tuxtla se congregaron para dar gracias a Dios por su vocación.

En su homilía dominical, el señor arzobispo Rogelio Cabrera López, expresó su alegría de contar con la presencia de las hermanas religiosas y dijo “que con toda razón el pueblo les dice madres porque participan de la maternidad espiritual, por que el Señor les ha dado un corazón de mamás para ayudar, para acompañar al pueblo en sus necesidades”.

En su reflexión sobre las segunda Lectura (I Corintios 9,16-19.22-23) en el que advierte a todo cristiano "¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!", también está la misión que tienen las hermanas religiosas: “El Señor les ha dado esta vocación para evangelizar, para compartir la vida a y anunciar a las personas en a Cristo”, enfatizó.

Nuestro pastor expresó su agradecimiento a Dios por los distintos carismas de vidas que nos regala; gracias a ello dijo, “muchas hermanas dedican su tiempo a la educación, a internados de niñas y niños huérfano, a la pastoral parroquial, al cuidado de los enfermos y ancianos”.

Al resaltar el matiz propio de las hermanas, el de tener un cariño dulce, les dijo “que bueno que Dios les regala la dulcera de una mamá, que bueno que dios les encarga a los que sufren”, y exhortó a los fieles a ver con buenos ojos a las religiosas, a valor su vocación, “ya que ellas tienen esta misión de Cristo; de hacer presente la maternidad de Dios y la maternidad de María”, detalló el Arzobispo de Tuxtla.

Por último mons. Rogelio Cabrera pido a las hermas religiosas vivir intensamente su vocación, desplieguen toda la fuerza de su corazón, “sean verdaderas mamás para el pueblo, las gentes las necesitan”, aclaró que de todo ello “la única ganancia es anunciar a Cristo, la única paga es la buena noticia del amor de Dios, por eso nosotros vamos a pedir a Dios por la vida consagrada, personas que den antes de recibir”.

Previo a la Santa Misa de 12 del día en la catedral Metropolitana de San Marcos, las religiosas compartieron un momento de convivencia y formación en la casa de San Roque, donde participaron de la conferencia que impartió la hermana Reina Elizabeth Ángel Camacho, religiosa Discípula de Jesús Buen Pastor (DJBP) y licenciada en psicología.

La Jornada Mundial de la Vida Consagrada se festeja cada 2 de febrero, y fue instituido por el Papa Juan Pablo II en 1997, en la fiesta de la presentación del Señor en Templo.